martes, 10 de septiembre de 2013

Una clase política que es un hazme reír

Tercer batacazo de la candidatura madrileña a albergar y organizar los Juegos Olímpicos. Esta vez parecía que todo estaba atado para que la opción española fuera la que finalmente el comité del COI se decidiera por Madrid. Pero no, fue Tokio quien ganó la partida. 


No voy a deleitarme de la derrota (por tercera vez! Insisto). Voy a hacer hincapié de como la clase política deja ella sola huella de su falta de preparación para desempeñar su trabajo como representantes de los ciudadanos ya no sólo en su propio país, sino que no se corta de mostrar el mundo esa falta de profesionalidad. 

Me duele pensar la imagen que dan de nuestro país fuera de nuestras fronteras. Mientras, miles de jóvenes españoles deben emigrar al extranjero si quieren "alzar el vuelo". Se nos piden ya no sólo inglés a muchos de ellos, incluso un segundo idioma para algunas licenciaturas o grados.

A la palabra "corrupción" de la que ya está tocada la clase política, ahora hay que añadir la falta de profesionalidad. Recordemos que Rajoy no sabe inglés y necesita de su traductor en sus viajes. Espero que el relevo generacional llegue pronto a los partidos políticos.